Se hace un tanto dificil imaginar el nacimiento de un niño en un establo al aire libre en medio del crudo invierno de una ciudad que queda en la parte elevada del país.
Tambien es contradictorio que pastores de ovejas guardaban vigilias sobre sus rebaños durante una noche de invierno. Lo que la historia registra es que los pastores guardaban sus ovejas durante los meses del invierno.
Es ilógico que un funcionario romano llamara a la población a un censo durante el més de diciembre cuando las calles de Judea se hacían intransitable. El peregrinaje de José con su embarazada esposa María fue atendiendo este llamado a ser censados.
Solamente una fuerte tradicción ha logrado convencer al mundo de que el niño Emmanuel que nació en Belen de Judea nació el 25 de diciembre.
El 25 de Diciembre fue oficialmente proclamada por los padres de la iglesia en el año 440 DC, como un sincretismo entre la religión del entonces Imperio Romano y la tradición del día festivo de la Saturnalia, la que se observaba cerca del solsticio de invierno, que era una de las muchas tradiciones paganas heredadas del sacerdocio babilónico
Todas las evidencias circuntanciales apuntan que Jesús nació antes del més de Octubre, específicamente durante la fiesta judía de Pascua.
El Señor Jesus nunca promovió la celebración, ni siquiera como un recordatorio de su nacimiento como lo hizo con su muerte. "Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Mateo 26:26-29
Los apóstoles en sus cartas nunca hicieron mención del nacimiento de Jesús pero sí de su muerte: "Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga". 1ra Cor 11:26.
Los creyente no debemos pretender eliminar una tradición que está tan arraigada en la sociedad y tampoco podemos aislarnos de lo que pasa a nivel mundial durante el més de diciembre. Lo que sí podemos y debemos es hacer uso de la sensibilidad en que caen los corazones durante la celebración del nacimiento de Jesús y en lugar de tratar de convencer a alguien de que Jesús no nació un 25 de diciembre, enseñarle los beneficios contenidos en ese nacimiento, independientemente de la fecha.
Durante el més de diciembre, cuando nos acercamos al inicio de un nuevo año las mentes se tornan un tanto más reflexivas, los corazones se enternecen, las conciencias más entenebrecidas tienden a flojar un poco y aun los seres más belicosos procuran encontrar paz en su ser.
Es el mejor momento para testificar las grandezas de Dios y ganar almas para su reino, lo cual está establecido como un mandamiento inquebrantable en la Gran Comisión.
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