Ese personaje ha desaparecido para dar paso a una nueva era de locutores.
En épocas pasadas no solamente la correcta pronunciación de las palabras sinó tambien el timbre de voz era un requisito para hacer uso del micrófono.
Estos son algunos de los comentarios que se han hecho con relación a la importancia de la voz en la locución: “Los estudios demuestran que aunque alguien nos guste al principio, la atracción puede desaparecer enseguida, por su forma de comunicación, especialmente a causa de su voz, porque lo más importante no es, qué alguien dice sino cómo lo dice” (Glass, 1994: 205-206).)
Alguien tambien dijo: "La voz más apropiada para la radio es una voz que resulta convincente, comunicativa, segura, cercana y directa. Transmite sensaciones de credibilidad y tranquilidad y no es estridente."
La estridencia que prima hoy en muchos programas de radio, es precisamente lo que mucha gente no entiende se debe evitar. Es ya de todos saber el efecto que tiene la comunicación através de las ondas hertzianas, cómo estas tienen la capacidad de penetrar los rincones más íntimos de nuestro entorno y cómo al entrar tienen la capacidad de invadir el espíritu.
Teniendo esta verdad en cuenta es que se debe hacer un juicio si vale la pena hacer uso de nuestra libertad de hacer con lo nuestro lo que nos viene en ganas y de esa manera violar la libertad del oyente que está del otro lado del receptor o hacer un juicio justo y si es que vamos a hacer radio, ya sea por aficción o por negocio, por lo menos educarnos en ese sentido.
Habiendo hecho un programa de radio secular por varios años, me he dedicado a escuchar los programas que se difunden en las diferentes emisoras, muy específicamente emisoras cristianas para cuando Dios me dé la oportunidad de regresar a la radio saber exactamente qué no decir y cómo no hacerlo.
Por causa de una economía en decadencia todas las éticas de la radio y hasta las reglas del micrófono se han visto seriamente afectadas. Los programas que están supuestos a ser guías comunitarias se han convertido en guías empresariales, secciones de deporte, tránsito, condiciones del tiempo se ven saturadas de anuncios comerciales. En lugar de vender "spot publicitarios" grabados por los profesionales del micrófono se vende el espacio y con él el comprador hace como bien le parece, maltratando no sólo el micrófono sinó tambien el idioma.
Cada día son más los programas que aparecen de individuos que no tienen un buen manejo del idioma, sin la más mínima noción de la oratoria, la dicción y hasta de la lectura, pero ejerciendo su derecho al libre albedrío se lanzan a comunicar através de las hondas hertzianas.
Esto afecta en gran manera las emisoras que tienen el compromiso de mantener su código de conducta de la radiodifusión. Afecta las compañías publicitarias, afecta los locutores que viven del micrófono, afecta hasta la audiencia, pero esos desgraciadamente no se dan cuenta.
Cuando se hacen anuncios subliminales que apelan a la sensibilidad del oyente, anuncios que encierran cierta forma de engaño, en los que se sobredimensiona la veracidad del servicio o producto anunciado, esto afecta al oyente.
Hacer radio secular es una cosa, aquí todo se vale, pero hacer un programa cristiano es más que hablar por micrófono, es un compromiso serio de anunciar el reino, de comunicar las buenas nuevas de salvación y por ende hay que ser muy cuidadoso. Es inaceptable la vieja tradición de decir: "como es para Dios no importa". Esto es practicamente lo que estan haciendo muchos.
La recomendación es que si vas a colocarte detrás de un micrófono, así sea para predicar el evangelio, por lo menos aprenda algo de ética de la radio. Para eso hay escuelas vocacionales que enseñan ténicas de como mejorar la dicción, la buena pronunciación y hasta para educar la voz.
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