EL MENSAJE BLANCO Y NEGRO

Hablar las cosas como son sin ningun tipo de areas amarillas, es una virtud que muchas veces cae en el terreno interpretativo, virtud que todo comunicador aspira y hasta hace alarde  tener.

Cuando hize radio secular, dentro de mi capacidad traté de hacer uso de esa virtud, algo  que a un programador le puede resultar nocivo, pero lo hacía.

Muchos confunden esa virtud con la imprudencia de decir verdades que por el bienestar de otros  deben callar, estos apelan al falso adagio que dice: "Por la verdad murió Cristo" y en nombre de "esa verdad" destruyen vidas.

Cuando se hace uso de la virtud de llamar las cosas por su nombre, dentro del pueblo cristiano, seguido aparecen los defensores del "amor por el prójimo", los defensores de la mujer que fue sorprendida en el acto mismo de adulterio, solicitando que uno tire la primera piedra, los que abogan por que uno se saque la viga del ojo (viga que muchas veces no existe nada más que en la mente del aludido).

El pueblo cristiano está muy acostumbrado al mensaje subliminal de superación personal, mensajes que levantan el autoestima, mensajes con características de paños de agua tibia.

El predicador que habla con la espada (la palabra) en la boca, o el escritor que hace uso de ella no es muy popular. La gente no quiere escuhar, no quiere leer nada de eso.

Mensajes como los de Jesús con términos como: "Generación de víboras, (Mateo 12:34),  " ¡Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno? (Mateo 23:33)

Mensaje como el de Pedro:  Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados;  o cuando le dijo a Simón perezca tú y tu dinero y a Safira, afuera estan los que enterraron a tu marido para enterrarte a tí.

El mensaje de Pablo a los Gálatas en el capítulo 3:1 "¡Oh, gálatas insensatos! ¿Quién os ha fascinado a vosotros, ante cuyos ojos Jesucristo fue presentado públicamente como crucificado?"

Este tipo de mensaje no es popular, el que lo predica o lo escribe se expone a la apatía del pueblo.

Prefiero convertirme en apático, pero ese tipo de mensaje, que se constituye en voz de alerta es el que he aprendido a escribir y hablar con un lenguaje llano desde mi mocedad.

Creo enfáticamente que hay una mayor demostración de amor en este tipo de mensaje que en el subliminal que le dice a la gente lo que la gente quiere escuchar.  Este tipo de mensaje  siempre ha sido comparado con el efecto del Yodo en la herida.