HISTORIA ABERRANTE
Escrito por el periodista Miguel Cruz Tejada.
Publicado en www.santiago30caballeros.com
En una confesión exclusiva a este
reportero, El Zafiro calificó como "aberrante" y "diabólico" los "negros
y amargos" momentos que vivió por algún tiempo siendo víctima de una
incontrolable adicción al Crack.
Preguntado si cree que la gente ha dado
credibilidad al cambio personal y de conducta que alega haber
conseguido, respondió que "soy un hombre normal como tú, quizás mejor
que tú, porque ya no bebo ni le acepto un trago ni droga a nadie".
Relató que "soy un tipo que estoy
respetando la voluntad de Dios, porque le pedí y le juré un día que
cuando volviera a consumir el Crack, me llevara de este mundo. Le tengo
miedo y temor al poder de Dios".
Añadió que es una persona "clean", "cien
por ciento normal, que está limpia en todos los sentidos y reto alaguna
institución a que hagamos exámenes y apuestas a ver si en mi cuerpo hay
estupefacientes".
El Zafiro narró que su decisión de
dejar el vicio, llegó el mismo día en que le pidió a Dios que lo
liberara de las "pesadas cadenas" con las que ya no podía.
"Gasté en las calles una fortuna
inmensa, quizás alrededor de $700.000 mil dólares en drogas como el
Crack, porque es una droga cuyo efecto dura minutos y cuando se termina
uno quiere más y más. Cuando ya no hay dinero, el maldito vicio te
empuja a buscarlo como sea", añadió el merenguero.
"Un día me vi en el espejo y me dije que ya no podía más", dijo el artista.
"Sentí que ya había tocado fondo, pensé
en mis padres que no están conmigo, en la vida que ellos querían que yo
llevara, una vida decente, pensé en ellos y pensé en mi público, en mi
pueblo que me ama y que pedía por mí en las iglesias y que le pedían a
Dios que hiciera un milagro conmigo", sostuvo el merenguero dominicano.
"Un día, las cosas se me caían de las
manos de tantas drogas consumidas, tuve al perder la vida tres veces,
fui baleado en las calles, me fracturaron la cara para robarme, vi mucha
inmundicia y mucha miseria de vida y por eso a nadie, le deseo, ni al
peor de mis enemigos, una adicción tan crónica como la que yo tenía con
el Crack", reveló.
Sostuvo El Zafiro que cayó en el vicio
del Crack, "porque espíritus satánicos se metieron en mí y aprovecharon
la debilidad que tuve con los problemas cotidianos de la vida, me
agarró el vicio crónico, solté a todo el mundo y me perdí por malas
compañías, influencias negativas y destructivas".
El Zafiro dijo que su cambio fue sin
necesidad de rehabilitación, porque aunque se sometió a tres programas
ninguno le dio resultado. Estuvo en los hospitales Bronx Lebannon y
Metropolitan de Nueva York y en la clínica del doctor Cruz Jiminián en
Santo Domingo, "pero el hombre no pudo con la carga tan pesada que yo
tenía dentro de mí. Solamente uno pudo y fue el gran poder de Dios".
Revela que "nada ni nadie hará cambiar
mi camino y la felicidad que siento ahora, no la cambio por todo el oro
del mundo, porque tengo una vida normal y consciente para mí, para mi
pueblo, mi gente, mi familia y en paz".
Añade que no le pide riquezas al Señor,
sino sólo con que vivir y poder comer tranquilo para brindarle un pan
al que lo necesite.
Su mensaje a quienes consumen drogas y a
los que están intentando hacerlo es que tomen su ejemplo. "De un brío
enorme que tuve, llegué a verme en la basura, deambulando por las
calles, sin familia, todo el mundo se alejó de mí y que miren la vida
nueva que llevo ahora."
Llamó a que le piden a Dios de corazón y
serán oídos.
Aclaró que aunque asiste a algunas iglesias, no tiene preferencias con
ninguna secta, porque lo que siente es el poder de Dios. "Rezo día a día
y le ruego que cada día sea uno más feliz y me abra el camino sin
problemas y percances para llegar a mi casa sano y salvo y así será".
Respecto a sus proyectos artísticos
informó que tiene varias ofertas y espera que Dios lo ilumine para
escoger lo mejor. "Hay muchos que quieren pintarte pajaritos preñados y
después uno se queja de que le robaron o que no se hizo la elección
adecuada. Que sea Dios el que me ponga la persona adecuada en el
camino".
Quiere que el pueblo dominicano lo
recuerde con el cariño que siempre le ha demostrado. "Con el cariño y el
respeto que mi público me profesa y que me recuerde como una persona
que no mató, robó, envidió o le hizo daño a nadie, sino como alguien que
tuvo que cargar con su cruz y al que Dios se le quitó. Hoy en día, me
siento en paz y tranquilidad para seguir mi carrera nuevamente".
El merenguero concluyó diciendo que
aunque no ha recuperado todo lo que perdió, espera conseguir mucho más
de lo que perdió cuando estaba en el vició porque sólo Dios le dará
fortaleza.
"No quiero riqueza, sino una vida en paz que me permita ayudar al necesitado", expresó El Zafiro.
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